Hace varios años que no se mira a los ojos. Se despertaba intentando recordar el día anterior, y no sólo el día anterior... A veces está, a veces no lo encuentra y sigue buscándolo. Se complica la vida más a menudo de lo que debería, como un adicto. Ya lo tiene, acaba de conseguirlo después de mucho tiempo
¡Qué egoísta!
Poco a poco se le va arrugando el gesto, va frunciendo los labios inconscientemente. Impotencia, rencor, desprecio, asco. No puede seguir viviendo con el odio embargándole los sueños.
Pero eso es todo, por el momento.
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