Pacto ficcional

Caro lector, antes de leer, firmemos un pacto:

Juro no escribir la verdad, ni toda la verdad y algo más que la verdad.

¿Jura creerse la mentira, toda la mentira y nada más que la mentira?





.

lunes, 12 de noviembre de 2012


¿Sabes? Algunas veces me gusta imaginarte… Te imagino, por ejemplo, cuando camino sola por la calle. Miro hacia la derecha, hacia la izquierda, otra vez a la derecha… y ahí estás tú, caminando a mi lado. Lo primero que veo siempre son tus pasos, que van a la par que los míos, como mi sombra. Como siempre, sorprendida, levanto la mirada para comprobar que eres tú, y ahí te tengo ya, mirando muy atentamente mi cara de sorpresa, con tu enorme sonrisa de oreja a oreja y tu mirada expectante. Entonces, sin parar de caminar, jugamos a perdernos juntos entre la multitud, a caminar sin parar de mirarnos, a hacernos reír, a sentirnos libres, sin que nadie se dé cuenta de nosotros. Ahora caminamos abrazados, siento tu brazo alrededor de mi cuello, tu olor, tu respiración… mi corazón late más deprisa; pero estoy tranquila, porque ahí estás, tranquilo, conmigo. Te miro y me sonríes. Ahora juegas a alborotarme el pelo, sólo para comprobar que aún no soy capaz de enfadarme contigo, ni siquiera de broma, y lo que no sabes es que sigo pensando que si te vas, me muero. Yo hago como que te ignoro, para ver tu reacción, así que paso un rato agonizando por si te vas, pero enseguida siento que me fallan las piernas porque acabas de coger mi mano. Siento tu tacto, tu calor, incluso tu pulso, aprietas fuerte, y ya sé que no me soltarás. Tus dedos comienzan a jugar con los míos y volvemos, juntos, a nuestros mejores momentos… la caricia más dulce, el sentimiento más fuerte que jamás pueda sentir, el roce de nuestra nariz, el beso más inesperado, el abrazo más profundo, las noches más efímeras, el ‘te quiero’ más deseado, aquel atardecer sólo nuestro, la mirada más bonita que jamás haya visto, las sonrisas más felices y las lágrimas más tristes, que acababan siendo felices porque siempre terminaban en besos.

sábado, 13 de octubre de 2012


"A veces parece como si cargaras con el peso del mundo..."



No puedo leer un solo libro.
Una sola página.
Un solo párrafo.
Ni una línea.
No puedo escribir,
ni coger el teléfono,
ni encender un cigarrillo,
ni extender las piernas,
ni levantarme
siquiera
de esta silla.
Si me buscara
el pulso
estoy seguro
de que no me lo encontraría.
Realmente no sé
lo que me pasa.
No es asco.
No es hastío.
No es abulia.
No es cansancio.
No es indiferencia.
Son todas esas cosas
y no es ninguna.
Es como si el mundo
se me hubiera
parado
encima.






"El peso del mundo." ( Roger Wolfe)

sábado, 6 de octubre de 2012

         
       " When you try your best, but you don't succeed. When you get what you want, but not what you need.When you feel so tired, but you can't sleep. Stuck in reverse... When the tears come streaming down your face. When you lose something you can't replace.When you love someone, but it goes to waste... Could it be worse? High up above or down below. When you too in love to let it go... If you never try you'll never know just what you're worth."





sábado, 29 de septiembre de 2012

Empieza por M.


         El diccionario de la Real Academia Española define la palabra ‘miedo’ como “Perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo real o imaginario.”  Algunas personas conservamos algún miedo desde que éramos niños; por ejemplo, yo algunas noches tengo que taparme con las sábanas hasta la cabeza porque me da un miedo horrible la oscuridad. Pero existen otros tipos de miedo que, al parecer, adquirimos cuando vamos creciendo… Algunas veces las personas tenemos demasiado miedo, más y peores miedos que los niños, aunque nos dé más miedo aún reconocerlo. Hay personas, por ejemplo, que tienen miedo de enamorarse de quienes no deben, miedo al fracaso, miedo de descubrir nuestros defectos, miedo de mirarse frente a frente ante el espejo, miedo a cometer errores más o menos irreversibles, miedo del sentimiento de culpa, miedo de arrepentirse, miedo de ser juzgados mal o de ser juzgados (a secas),miedo de no ser quienes queremos ser, miedo de cambiar o de cambiar demasiado, miedo a lo desconocido, miedo a la soledad, o a enfrentarse en soledad a situaciones desconocidas, miedo del rechazo, miedo de caer en el olvido o miedo de olvidar, miedo de perder a nuestros seres queridos, miedo de necesitar un abrazo y no tenerlo, o miedo de tener que enfrentarnos solos a nuestros propios miedos. El 99’9% de las personas conocemos la sensación de tener miedo; esa sensación que es como un frío que se cuela hasta lo más profundo de nosotros…  Y, al fin y al cabo… ¿qué es una persona con miedo? 



martes, 25 de septiembre de 2012

ALTER EGO.


Me asomé a mi ventana, cerré los ojos y la vi allí en frente, en su ventana. Habíamos entablado conversación y le pregunté que si le hacía un ‘piti’, aunque yo ya sabía que sí. La conocía ya como si una parte de mi mente se llamara ‘Pensamientos de Cristina’, de manera que me veía totalmente capaz de terminarle las frases, adivinar sus respuestas o sus pensamientos en algunas ocasiones. Por ejemplo, diría que ahora está pensando en lo ‘ñoñas’ que soy por dedicarle algo así el día de su cumpleaños, pero ella sabe cómo soy… Obviamente es lo mínimo que puedo dedicarle a una persona que, entre otras muchas cosas, habla de mis problemas en plural, que se alegra de mis éxitos más que yo misma, que me quiere con mis defectos y mis virtudes, que me conoce y comprende como nadie, que me habla siempre con total sinceridad y que, aunque sea a kilómetros y kilómetros de distancia, siempre está dispuesta a compartir un ‘piti’ imaginario conmigo.




PD: Por si no te acuerdas, “Alter ego” es una expresión del latín que significa literalmente “otro yo” y se utiliza para referirse, especialmente, a esos amigos que se conocen como a ellos mismos.

PD2: Espero que te guste. TE QUIERO!



sábado, 8 de septiembre de 2012

Buenos días, mundo :)




" Vuelve a amanecer... ¡Buenos días, mundo! Un millón de sueños por segundo salen a ganar todas las batallas... ¿Quién obliga al corazón a firmar la rendición? Si está dentro de ti, con ganas de volar... ¿quién va a amarrar el viento cuando quieras despegar? Si está dentro de ti, forrado con tu piel... ¿quién va a decirte 'no es posible'? ¿Quién te va a romper lo que sueñas tú?"



viernes, 31 de agosto de 2012

Materia etérea



Será lo que yo quiera, si yo quiero. No vale lo que sería, lo que fuera o lo que fuese, ni lo que hubiese sido, dentro de lo que soy. Ni siquiera vale lo que haya sido, lo que había sido mientras tanto en aquel momento, ni lo que fue, ni, mucho menos, lo que hubo sido en tiempos anteriores. Digamos que es lo que es ahora… ya no! Lo que es ahora…  o cuando yo quiera, claro. Hablo de un aquí, un ahora, un por que sí, y un punto:  “ . “ Eso es. Y, si me estiras, podría ser lo que va a ser, lo que sea y, como mucho, lo que será. Eso será. Será lo que yo quiera, si yo quiero, donde yo quiera, cuando yo quiera, porque yo quiera… O no.


miércoles, 29 de agosto de 2012

One Day. ♥


" -Escucha, si pudiera hacerte un regalo, un único regalo para toda la vida, ¿sabes lo que te regalaría? Te regalaría confianza."


martes, 28 de agosto de 2012

.

"Por si el tiempo me arrastra a playas desiertas, hoy cierro yo el libro de las horas muertas... Hago pájaros de barro, hago pájaros de barro y los echo a volar. Por si el tiempo me arrastra a playas desiertas, hoy rechazo la bajeza, el abandono y la pena... Ni una página en blanco más. En los vértices del tiempo anidan los sentimientos; hoy son pájaros de barro que quieren volar. Por si el tiempo me arrastra a playas desiertas..."


.

jueves, 23 de agosto de 2012

                                                                                                                            "How I wish I were there...                                   




domingo, 19 de agosto de 2012

- ¿Sabes? Algunas veces pienso en todas las cosas que, queriendo o sin querer, voy dejando atrás; me pregunto si son demasiadas... o demasiado pocas. Bf... yo qué sé, me da pena haber tenido que despojarme de algo tan grande. Aquello sí que era grande, te lo juro... ¡Joder! Siempre pensé que el amor estaba sobrevalorado y, al parecer, es al contrario, incluso cuando no es correspondido. Amar es lo más grande que una persona puede hacer en la vida, en serio... Cada puta vez que yo cerraba los ojos me veía ahí, caminando al borde de sus labios...

- Hasta que te caíste por la borda, ¿no?

- Y en su momento pensé que volvería a caer mil veces más, pero ya...

- Ya no es lo mismo. No eres la misma.

- Qué va... A veces me pregunto dónde quedó todo aquello...

- Pues seguramente en el mismo lugar donde quedan siempre aquellas cosas que fueron y ya no son; que hicieron vivir e hicieron morir; esas que acaban doliendo hasta que se marchan...

- ¿Se marchan?

- Se marchan, aunque suene triste. Y cuando se marchan ya no vuelven.







19.08.1936


"He perdido. Pero pudiera haber vencido. ¿Habría otro en mi lugar? Voy a contarle a mi hijo, que me mira como si me comprendiera, que yo no hubiera dejado que mis enemigos huyeran desvalidos, que yo no hubiera condenado a nadie por ser sólo un poeta. Con un lápiz y un papel me lancé al campo de batalla y de mi cuerpo surgieron palabras a borbotones que consolaron a los heridos y del consuelo que yo dibujaba salieron generales bestiales que justificaron los heridos. Heridos, generales, generales, heridos. Y yo, en medio, con mi poesía. Cómplice. Y, además, los muertos."

                                               Alberto Méndez, Los girasoles ciegos.

miércoles, 15 de agosto de 2012


"Si es cuestión de confesar, nunca duermo antes de diez ni me baño los domingos... La verdad es que también lloro una vez al mes, sobre todo cuando hay frío... Y para ser más franca, nadie piensa en ti como lo hago yo... aunque te dé lo mismo.  Conmigo nada es fácil, ya debes saber, me conoces bien... El cielo está cansado ya de ver la lluvia caer, y cada día que pasa es uno más, parecido a ayer. No encuentro forma alguna de olvidarte porque... seguir amándote es... inevitable. Siempre supe que es mejor, cuando hay que hablar de dos, empezar por uno mismo."

Inevitable - Shakira

domingo, 12 de agosto de 2012


Lo que siempre falta es lo que no se tiene. ¿Quién dijo que en mi sangre no está escrito tu nombre? ¿Quién? Tendrían que callar para siempre si supieran cuánto se quieren tus labios y los míos, que no hay más sentir que mis dedos en tu espalda, ni más besos que esos que saben a ti; y no hay más que saber, ni más que decir cada vez que suspiro por tu culpa. Que un “te quiero” no es tan fácil cuando se sabe demasiado; y, sin embargo, te quiero un poco más, si cabe, y no me cabe duda de que sí.  Lo que no saben es que dudar no va conmigo cuando se trata de ti, y que deberían estar prohibidos amores así.
A mí, que se me hace de día contándote las pestañas, por si alguna vez, al despedirnos, no hubiera reencuentro… no me perdonaría olvidarte. Olvidarte a ti, que me regalas tus días y tus noches, tu tranquilidad, cada paso firme que das, cada esfuerzo con fuerza, cada apoyo, cada gesto que me dedicas agradeciendo que estoy aquí para ti. Para ti, que eres mi guerra y mi paz, mis ganas. A mí, que me lo digan a mí.



martes, 31 de julio de 2012

Anyone.


     Solía quererlo porque se notaba a la legua que era alguien especial, una de estas personas que parecen estar hechas de otro material distinto al resto. Su rostro evocaba, en formas desdibujadas, la ilusión y la alegría de un niño pequeño: sus grandes ojos llenos de brillo y su enorme sonrisa destacaban sobre la forma redondeada de su cara, y dejaban asomar esa expresión entre el asombro y la alegría que sólo él tenía.
Era el tipo de personas que, cuando están ausentes, todo el mundo nota que falta algo, faltaba él. Los días entre semana solía llegar animando al personal, aliviando el sueño y los malos humores mañaneros con unas bromas y risas; parecía como si quisiera agradecerle a todo el mundo lo increíble que era el milagro de vivir. Podía despeinarlo, ir y tocarle el pelo, la cara, hacerle todas las carantoñas que se me antojaran, con la tranquilidad de que, en lugar de enfadarse como normalmente hacía todo el mundo, sonreiría y me abrazaría. De hecho, él jamás se enfadaba, no iba con él aquello de mirar mal a un amigo o dejar de hablarle por mucho que el otro se hubiera pasado, lo peor que le podía pasar era estar mal con la gente que quería; decía que enfadarse era una manera demasiado tonta de desaprovechar los buenos momentos con la gente que queremos.
     Era incondicional, podías llamar a la hora que quisieras, no importaba si estaba ocupado, durmiendo, en la ducha, viendo la tele… no importaba, llamabas con la seguridad de que él estaría para responder, escucharte, charlar, ayudarte… Además, cuando sentía impotencia por no poder hacer nada para animarte, como caído del cielo, se presentaba donde estuvieses, o simplemente sacaba su inmensa imaginación y te contaba dieciocho mil cosas divertidas (como si de verdad le hubieran ocurrido) con una habilidad increíble, de manera que, cuando dejabas de hablar con él, te ibas con la sonrisa en la boca.
     Algunas veces llegaba yo a pensar que no estaba muy cuerdo, porque llevaba encima un gran despiste, solía decir cosas sin sentido que sólo él era capaz de entender, y llegaba a ser demasiado inocente. Sin embargo, sabías que debía de haber algo en él, una inteligencia especial, una magia, porque siempre te sorprendía, era capaz de ingeniar planes inverosímiles para tan sólo hacerte sonreír.
     Era una persona increíble, tan grande que sabías, porque escondía en él una parte de misterio, que jamás llegarías a descubrir lo enorme que era. Pero, como suele decirse últimamente, todo cambia.




"- Acostúmbrate a la indiferencia... - se dijo a sí mismo con ojos grises, mientras perdía lo último que se pierde . "



sábado, 28 de julio de 2012

La metáfora de las cerillas.

"Mi abuela tenía una teoría muy interesante, decía que si bien todos nacemos con una caja de cerillos en nuestro interior, no los podemos encender solos, necesitamos, como en el experimento, oxígeno y la ayuda de una vela. Sólo que en este caso el oxígeno tiene que provenir, por ejemplo, del aliento de la persona amada; la vela puede ser cualquier tipo de alimento, música, caricia, palabra o sonido que haga disparar el detonador y así encender uno de los cerillos. Por un momento nos sentiremos deslumbrados por una intensa emoción. Se producirá en nuestro interior un agradable calor que irá desapareciendo poco a poco conforme pase el tiempo, hasta que venga una nueva explosión a reavivarlo. Cada persona tiene que descubrir cuáles son sus detonadores para poder vivir, pues la combustión que se produce al encenderse uno de ellos es lo que nutre la energía del alma. En otras palabras, esta combustión es su alimento. Si uno no descubre a tiempo cuáles son sus propios detonadores, la caja de cerillos se humedece y ya nunca podremos encender un solo fósforo.
Si eso llega a pasar el alma huye de nuestro cuerpo, camina errante por las tinieblas más profundas tratando vanamente de encontrar alimento por sí misma, ignorante de que sólo el cuerpo que ha dejado inerme, lleno de frío, es el único que podría dárselo.
¡Qué ciertas eran esas palabras! Si alguien lo sabía era ella.
Desgraciadamente, tenía que reconocer que sus cerillos estaban llenos de moho y humedad. Nadie podría volver a encender uno solo.
Lo más lamentable era que ella sí conocía cuáles eran sus detonadores, pero cada vez que había logrado encender un fósforo se lo habían apagado inexorablemente."




Laura Esquivel,  Como agua para chocolate.