Pacto ficcional

Caro lector, antes de leer, firmemos un pacto:

Juro no escribir la verdad, ni toda la verdad y algo más que la verdad.

¿Jura creerse la mentira, toda la mentira y nada más que la mentira?





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lunes, 27 de mayo de 2013

12.



Darío se subió en la pequeña silla del salón, alzó las manos y frunciendo el ceño abrió el cristal de la esfera dorada que presidía la sala. Agarró con dos dedos la más pequeña de las saetas y la giró y giró en su contra. Imposible, aún se acordaba. Quería derrotar las olas, volar como un halcón contra la arena y contra el viento. Vuelca la silla. Aturdido escucha de nuevo. Esta vez con la espalda en el suelo, sintió el agua escapándosele de las manos, y el viento, como de costumbre, se burló de sus huellas. Se echó a llorar, con los ojos llenos de arena. ¿Imposible? Miró incrédulo en el espejo. Bajo cuatro caracolillos, las pequeñas pupilas se dejaron caer sobre sí mismas. Imposible, tú ganas.



lunes, 20 de mayo de 2013

Los puntos sobre mojado.


¿Dónde vas, puto soberbio? ¿Crees que puedes cruzar la línea y descruzarla a tu antojo? Si hubieras aprendido lo que siempre he tratado de que entiendas, si dejaras a un lado tus pulsaciones, si no quisieras ir siempre por delante, si no fueras tan… No me tocaría a mi ahogarme por los dos, arrepentirme por tu culpa, tocar fondo con tus manos y con las mías. Pero, te lo advierto, esta última vez yo no estaré, piénsalo bien. Cuando vuelvas la cara ya no podrás ver las huellas tras mis pasos, ni siquiera oírlos. Estarás solo: tú y las llaves de tu imperio de mentira.

Y  cinco dedos forcejearon y resbalaron en el pomo. 

domingo, 12 de mayo de 2013

El orden alfabético, Juan José Millás


"Cuando llegué a la puerta del colegio y comencé a coincidir con mis compañeros me quedé asombrado de la cantidad de narices diferentes que había en el mundo. Y todas eran distintas entre sí, igual que las orejas o los labios. Me di cuenta también de que la mayoría de las personas, al sonreír, enseñaban los dientes, y aunque había visto miles de dientes en mi vida me parecieron un instrumento nuevo, de enorme precisión, pues no sólo servían para cortar el pan y masticarlo, sino para gustar.

A mí me gustaba una chica de un curso superior al mío, Laura, que al reírse enseñaba también un poco las encías, como quien muestra sin darse cuenta un borde de la ropa interior. Precisamente estaba allí, riéndose junto a unas amigas, y yo me quedé cerca del grupo para vérselas. Era como estar delante de una chica que se desnuda sin que le parezca mal que la observes. Al contrario, creo que le gustaba, así que cada vez que Laura sonreía, a mí me parecía que se quitaba la ropa porque ya digo que me volvían loco sus encías. Entonces, de súbito, supe que la desnudaba para mí.

En el otro lado del calcetín, o de la existencia, nuestras miradas se habían cruzado muchas veces, pero llegaban al otro oscurecidas, como si tuvieran que atravesar una cortina de sombras bajo cuyo peso hubieran perdido su fuerza original. Entonces yo sonreí sin ningún motivo, sólo para que ella viera mis dientes, y comprendí que estábamos haciendo algo excitante, de lo que nadie se daba cuenta a pesar de que nos encontrábamos rodeados de gente."


sábado, 11 de mayo de 2013

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Entre diente y diente
hierve la tragedia.

Husmeas el pavor en el aire seco.

Ya puedes llorar
hasta que amanezca
y seguir…

Nunca te compadezcas del miedo,
porque es inmortal.

viernes, 10 de mayo de 2013

Esto es todo.

Hace varios años que no se mira a los ojos. Se despertaba intentando recordar el día anterior, y no sólo el día anterior...  A veces está, a veces no lo encuentra y sigue buscándolo. Se complica la vida más a menudo de lo que debería, como un adicto. Ya lo tiene, acaba de conseguirlo después de mucho tiempo 
                                                                                                                                             ¡Qué egoísta! 

Poco a poco se le va arrugando el gesto, va frunciendo los labios inconscientemente. Impotencia, rencor, desprecio, asco. No puede seguir viviendo con el odio embargándole los sueños. 
                                                                                                  
                                                                                                            Pero eso es todo, por el momento.