Pacto ficcional

Caro lector, antes de leer, firmemos un pacto:

Juro no escribir la verdad, ni toda la verdad y algo más que la verdad.

¿Jura creerse la mentira, toda la mentira y nada más que la mentira?





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sábado, 8 de junio de 2013

Se vomitaba la tragedia



Ya sabías que la luz en los ojos fulminaría una a una tus pestañas ya crecidas. Batiste tus rodillas, por encima de las ganas, y destrozaste los muros que construyeron tus años. De bruces, otra vez. ¿Y qué? No estaba en mi mano el cronómetro para pararlo. Podrías haber buscado en las hastiadas tardes de saliva y narices frías en los asientos traseros, en el humo, en la espuma, en tantas cosas. Pero qué difícil pensar cuando una cuchara me roza la campanilla. Tu cuello ya estaba sujeto, ya sabías hacia dónde tenías que mirar. Estaba vomitando la tragedia, porque me la tragué tan deprisa, sin masticarla. Le tocaba tragar, por mucho que  esta vez, como tantas otras, quisiera apretar los dientes. Trazó una equis bajo sus pies, giró la cara y echó a correr.


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