Pacto ficcional

Caro lector, antes de leer, firmemos un pacto:

Juro no escribir la verdad, ni toda la verdad y algo más que la verdad.

¿Jura creerse la mentira, toda la mentira y nada más que la mentira?





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domingo, 2 de junio de 2013

Cuatro tabiques



  
“-Soledad de mis pesares,
caballo que se desboca
al fin encuentra la mar
y se lo tragan las olas.”
F.G.L.


Tropieza con sus cabellos, se los pisa. Llora apretando los dientes, intentando no hacer ruido, no respirar. Abre la ventana, no consigue gritar. Se sienta. Se levanta. Un pie tras otro, una hora tras otra. Y vuelve a tropezar, y el cuadrado se empequeñece. Y los rayos de antes no son más que flashes oscuros que se cuelan sin permiso, y se meten hasta el fondo. Y la pierden, y le arrebatan la capacidad, el código, el habla. Aquí dentro los minutos arrastran los pies, no llegan, ellos también se caen, se caen por el camino. ¿Y fuera? Espalda y tabique. Alza la vista, aprieta el puño y se clava las uñas en las palmas de las manos, traga saliva. Fuera. La garganta se le tensa, llora zumo de limón. Hace tanto tiempo que el viento no la acaricia…


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